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lunes, 17 de diciembre de 2012

LA MISERIA CAMPESINA


“Cuando yo tenía diecisiete años todavía había (...) tierras comunales. El pobre podía sembrarlas, y sacaba la leña y los matojos, recogía esparto y también podía hacer carbón y carbonilla. También podía cazar perdices o liebres, o cualquier otro animal, de tal manera que, aunque conocía la pobreza no sabía lo que era el hambre. Hoy en día todas esas tierras se han convertido en dominios privados, y el pobre, si no tiene trabajo, se muere de hambre, y si coge alguna cosa que no le pertenece, va a parar a la prisión. (...)”
Carta de un campesino